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Ecosistema del estanque (relación trófica)

Resumen

Un ecosistema contiene numerosas poblaciones de especies animales y vegetales que comparten recursos en el mismo medio ambiente.

 

Hay muchos ambientes naturales (bosque, río, estanque, desierto, pantano). La vida se mantiene a sí misma mediante las interacciones que se desarrollan entre los elementos de un ecosistema (intercambio de energía, relaciones tróficas).

Objetivos de aprendizaje

  • Entender cómo funcionan todas las interacciones en un ecosistema.
  • Introducir el papel de los descomponedores y detrívoros en el reciclaje de desechos y la fertilzación del suelo.

Más información

Todos los ecosistemas funcionan de acuerdo a las mismas leyes: el reciclado de materia y la transferencia de energía.

 

Reciclado de materia: Las especies vivas en un ecosistema crecen y se reproducen. Encuentran la comida necesaria para sus necesidades. Existen tres niveles tróficos estructurales en un ecosistema:

  • El primer nivel contiene a los autótrofos, capaces de producir su propia comida a partir de elementos inorgánicos (sales, minerales, agua) contenidos en el suelo. Éstos son los productores que utilizan la luz solar para producir materia orgánica mediante procesos fotosintéticos.
  • En el segundo nivel se encuentran los consumidores. Ellos obtienen la materia orgánica de otros seres vivos. Son seres heterótrofos. Se distinguen entre ellos, los consumidores de primer orden (herbívoros), los consumidores de segundo orden (carnívoros) y los consumidores de tercer orden (los grandes carnívoros).
  • El tercer nivel integra el conjunto de descomponedores y detritívoros que descomponen los residuos orgánicos en compuestos minerales.

El ciclo de la materia se mantiene gracias a los descomponedores que restituyen al suelo los materiales inorgánicos esenciales para el desarrollo de los productores.


Transferencia de energía: Para vivir, cada especie obtiene su energía de su entorno. Un ecosistema está caracterizado por un flujo continuo de energía entre los diferentes niveles tróficos.


Mientras producen materia orgánica, los productores almacenan energía proporcionando una fuente inagotable para los consumidores. Estos últimos toman sólo una parte de esa energía que a su vez almacenan en sus tejidos, el resto se pierde en forma de calor o de deshechos.


Cuando las interacciones entre cada nivel trófico se equilibran, la biomasa (masa total de materia orgánica) del ecosistema se estabiliza. El ecosistema está entonces en equilibrio. Sin embargo, este equilibrio es frágil y puede romperse fácilmente debido a perturbaciones naturales (tormentas, erupciones volcánicas, incendios forestales, sequías, inundaciones) o humanas (deforestación, explotación minera, ...). La biodiversidad depende de la preservación de los ecosistemas.

 

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